Estoy sentada donde siempre, veo como el reloj avanza lentamente y la claridad desaparece en el horizonte, mi corazón palpita suavemente, me relajo imaginando el color de tus ojos y tu sonrisa al amanecer, estoy perdida.
Me levanto del asiento, me recuesto y abrazo mi peluche. Es tonto pensar que la vida conspira en contra nosotros, te recuerdo con cariño, Me invade la nostalgia al recordar que nuestro amor estuvo destinado al fracaso, recuerdo con amor como solía esperar a verte, era un martirio pasar las horas pensándote sin mirarte un instante. Si, estoy triste pero feliz a la vez, y es complicado.
Estoy feliz de que estés por ahí siendo feliz, estoy triste por que no estás conmigo.
Estoy feliz por que te vi sonreír de nuevo y triste por que no fui la causa de esa hermosa sonrisa.
Estoy feliz por ver cuan hermoso brillan tus ojos y me remuerde la conciencia al saber que no me miras a mi.
Estoy triste sabes, he pasado muchas horas pensándote, creo que de esto se trata el amor. Quizás debí aguantar más pero no pude, recuerdo como esa noche llegaste a casa, en ese momento no te reconocí. No parecías ser tú, tus ojos no tenían ese brillo, estaban inhundados de rabia. Pude sentir como te abalanzaste en contra de mí, me tomaste del cabello y me diste dos bofetadas, ciertamente pensé que tu amor era así, violento pero sincero, no te dije nada pues pensé que me lo merecía, Acaricié mi mejilla intentado subsanar el dolor, me acerqué a ti e intente tranquilizarte, tomé tu mano y me la arrebataste. Entonces te desconocí, tu cara no era la misma de siempre, me asusté y pensé en escapar de ahí, entonces me tomaste del brazo, jalaste de nueva cuenta mi cabello y me aventaste sobre la mesa. El cristal se rompió, sentí como pedazos de él se encajaban en mi piel. Luego sentí como me pateaste fuertemente y entonces no supe más de mi.
Tiempo después abrí mis ojos, estaba rodeada de flores, flores hermosas. Recuerdo que te conté cuales eran mis favoritas y estaban ahí a un costado de mi, de fondo pude escuchar mi canción favorita, fue verdaderamente hermoso. Te vi llorar, fue la primera vez que te vi así, jamás quise herirte.
Intenté acariciar tu rostro, no pude sentir más tu piel, te hablé y no me escuchaste, estaba desconcertada pues no sabía que me enterrarían ese día.
Me levanto del asiento, me recuesto y abrazo mi peluche. Es tonto pensar que la vida conspira en contra nosotros, te recuerdo con cariño, Me invade la nostalgia al recordar que nuestro amor estuvo destinado al fracaso, recuerdo con amor como solía esperar a verte, era un martirio pasar las horas pensándote sin mirarte un instante. Si, estoy triste pero feliz a la vez, y es complicado.
Estoy feliz de que estés por ahí siendo feliz, estoy triste por que no estás conmigo.
Estoy feliz por que te vi sonreír de nuevo y triste por que no fui la causa de esa hermosa sonrisa.
Estoy feliz por ver cuan hermoso brillan tus ojos y me remuerde la conciencia al saber que no me miras a mi.
Estoy triste sabes, he pasado muchas horas pensándote, creo que de esto se trata el amor. Quizás debí aguantar más pero no pude, recuerdo como esa noche llegaste a casa, en ese momento no te reconocí. No parecías ser tú, tus ojos no tenían ese brillo, estaban inhundados de rabia. Pude sentir como te abalanzaste en contra de mí, me tomaste del cabello y me diste dos bofetadas, ciertamente pensé que tu amor era así, violento pero sincero, no te dije nada pues pensé que me lo merecía, Acaricié mi mejilla intentado subsanar el dolor, me acerqué a ti e intente tranquilizarte, tomé tu mano y me la arrebataste. Entonces te desconocí, tu cara no era la misma de siempre, me asusté y pensé en escapar de ahí, entonces me tomaste del brazo, jalaste de nueva cuenta mi cabello y me aventaste sobre la mesa. El cristal se rompió, sentí como pedazos de él se encajaban en mi piel. Luego sentí como me pateaste fuertemente y entonces no supe más de mi.
Tiempo después abrí mis ojos, estaba rodeada de flores, flores hermosas. Recuerdo que te conté cuales eran mis favoritas y estaban ahí a un costado de mi, de fondo pude escuchar mi canción favorita, fue verdaderamente hermoso. Te vi llorar, fue la primera vez que te vi así, jamás quise herirte.
Intenté acariciar tu rostro, no pude sentir más tu piel, te hablé y no me escuchaste, estaba desconcertada pues no sabía que me enterrarían ese día.
