Seguidores

jueves, 25 de febrero de 2016

Estás ahí



Entonces estás ahí, frente a mi.

Estoy perdido, siento en mi interior como voy perdiendo mi voluntad, algo en mi me traiciona y no puedo dejarte de mirar. No puedo detenerme, estoy estremecido, tus labios son tan rosas como la ultima vez que los vi acercarse a mi, te veo y recuerdo claramente como fue la ultima vez que estuviste en mis brazos, fue un 22 de diciembre, hacia un frío diferente, de esos que llegan a calarte los huesos, pero estamos ahí, recostados sobre la cama de mi habitación, recuerdo claramente el olor de tu piel, recuerdo sentir tu cuerpo vibrar, estábamos juntos y no importaba nada mas.  

Puedo ver como me miras a los ojos, tu belleza sigue intacta, tus labios son tan hermosos como siempre, no puedo y estoy cediendo. Me siento prisionero de tu mirada, no puedo apartarme de ella y no puedo, no puedo volver a caer en tu inocencia, tu frivolidad pasa por alto a un costado de tu sencillez y ternura, no se como es posible que tu soberbia no se note ni un poco en tu perfecta apariencia. 

Te veo venir a mi, entonces lo hago, me doy la media vuelta y continuo mi camino. 
Me siento contento pero no feliz, quise de cierta manera ayudarte, ayudarme, ayudarnos. 



Febrero 25

Hola,

Se que no te escrito durante algún tiempo y es que debo confesar que tu indiferencia de la última vez provocó en mi interior algo diferente, no se si fue por aquella ocasión que nos peleamos en el anden de aquella vieja estación de autobuses, o esa horrible pelea que tuvimos por que no te gustaba mi forma de vestir, me he preguntado muchas veces cual habría sido el motivo de tu indiferencia pero jamás lo encontré. Han pasado ya varios meses desde que te fuiste de mi lado y debo confesar que siempre te he extrañado, las cosas realmente son distintas, el apreciar el anochecer en la soledad no me causa ninguna sensación, he dejado de apreciar las estrellas como si el brillo que las cubría se hubiera opacado por tu ausencia. 

Debo confesar que realmente la he pasado mal, camino por las mismas calles donde solìamos ir los viernes después de salir del cine, he visto un sin fin de veces la película aburrida que tanto te gustaba, hace dos días he intentado continuar con mi vida pero no he podido, y no por que no quiera si no por que hacia falta escribir tu despedida. 
Pasamos tanto juntos que no nos dimos cuenta que nos hicimos tanto daño, no pudimos detenernos hasta destruirnos por dentro pero sabes, no te guardo rencor, no puedes odiar a alguien que realmente has amado con el corazón, hoy quiero aprovechar el momento para recordarte el cariño y amor que te tuve algún día, recordarte que siempre voy a apreciar que me hayas dejado entrar en tu vida. Es tiempo de cerrar nuestra historia, de continuar ambos por caminos diferentes, hoy te deseo lo mejor del mundo. 


Nunca olvides que mi cariño fue sincero, por favor... recuèrdame como un gran amigo.  



Con cariño