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martes, 21 de agosto de 2018

Te libero

Sabes, hay algo que tenemos que entender. No por capricho y tampoco es por obligación sino por amor propio.

Sabes, hoy me puse a pensar todas aquellas veces que acaricie el cielo entre tus besos y también cuando ellos me ahogaron en el mar de la incertidumbre. Fuiste tú, aquel amor que me llenó, aquel amor al que juré que entregaría mi vida, fuiste tú.  Me perdí entre las calles del te amo y el te quiero, justo en el pequeño rincón de la ilusión. Después de diez te amo te entregué las llaves de mi imperio, aquél que goberné durante años, entregué a tus manos pequeñas estrellas aquellas que me protegían por las noches, a las que les conté mis miedos y sueños. Pasaron los meses y poco a poco te mi armadura, te enseñé sin darme cuenta como destruirme. Para ser honesto, fuiste quien mejor supo desnudar mi alma, quien entre besos y abrazos incendió mi interior. No sé como ni cuando fue, tenías mis llaves, mis armas y mi armadura. Te entregue todo volviédote mi protector y mi verdugo. Después de doscientas ochenta y tres noches comencé un duelo, entre mi yo interno y el yo en el tú me habías convertido, un duelo entre una esencia perdida y un molde de arcilla, un yo que no conocía.  Los demonios salieron y yo estaba indefenso, con sus garras tomaron mi corazón y comenzaron a destruirlo, te vi, te vi mirando como me tomaban, como apagaban cada rincón  de mi luz interna. Las promesas de un TE AMO se hallaban vacías.
Entonces lo decidí, hoy vengo a cantar un adiós entre lagrimas de un recuerdo dorado, de un sueño que prometía un por siempre  pero que se convirtió en pesadilla. Sé que sabes en donde golpetear para que duela, pero no, ya no duele más, después de tanto padecer hoy tus golpes perdieron poder. Te entrego todo, aquello que prometías sería de los dos pero que siempre fue tuyo, te dejo el recuerdo de tus labios besando los lo míos, te dejo las canciones que escuchamos aquellas noches que jurabas hacíamos el amor. Te dejo todo, toma tu relación que hoy ni nunca fue mía.

Sé que tarde demasiado, pero, ¿Cómo le explicas a un corazón enamorado que está siendo maltratado?, hoy te dejo por que yo así lo quiero, por que me di cuenta que no eres para mi, no no tengo miedo sino satisfacción, hoy te puedo decir adiós sin una gota de dolor. Y por favor no regreses, no intentes convencerme que lo hiciste varias veces pero hoy, hoy es la excepción. Por qué esto que tenemos no es una relación sino un cadáver de un sueño que jamás se cumplió.

Hoy te he liberado, de tus promesas y de tus sueños. Me he liberado de mis cadenas que me hundían a tu antojo, te voy a llorar, si pero es normal, por que quien llora sana. Te voy a recordar y te aseguro que gracias  a ti no volveré a caer jamás. Anda y busca algo nuevo, esto no es un hasta pronto sino un punto final, he decido terminar contigo y  con esto que jamás pudo ser.

viernes, 3 de agosto de 2018

Nos perdimos.

Ha pasado tanto tiempo desde nuestro último amanecer, sé que te sientes igual que yo y que la vida ahora la sientes plenamente gris, que el café por las mañanas ya no te sabe igual a cuando estabas aquí conmigo, sé también que tus recuerdos los has guardado en lo profundo del abismo de tu sinceridad, donde nadie entra, dónde no hay luz pero siempre hay paz. 

Sabes, hoy recordé aquél día de enero en el que despertamos juntos, mis brazos estaban cansados pero no podían soltarte, tus labios hinchados y rosas me retaban a no dejar de besarte, tu mirada llena de amor me cautivaba cada día, cada tarde y cada noche que pasábamos juntos, eramos la prueba perfecta de que el verdadero amor si existe, por que no había malicia, no había traición y por supuesto, tampoco había rencor. Sabes, a veces me pregunto ¿Qué fue lo que nos pasó?.  Nos llegó el invierno sin anunciarse y no fue por que así lo quisiéramos, tal vez la vida nos tenía un destino separados o quizás solamente no era el momento. Nuestro fuego comenzó a debilitarse, mis manos y las tuyas comenzaron a perder su fuerza, nuestros corazones se cansaron de latir juntos y comenzaron a dejar de acelerarse cada que uno sentía venir al otro. Fue culpa del amor, amor ingrato y abstracto que nos toma, nos envuelve y a veces nos abandona, pero no todo fue de él también fue nuestra por no luchar por aquello que realmente queríamos, por no voltear a ver nuestro álbum de recuerdos, si aquél álbum donde guardamos nuestra magia, nuestros sentires y la felicidad. Sabes, después de tanto me he puesto a pensar, quizás aquél no era nuestro momento, por qué éramos jóvenes, no sab
íamos lo que queríamos y no entendíamos el verdadero significado de estar juntos.

Después tanto analizar mi cajita de pensamientos me di cuenta, el amor nos había puesto una prueba, no era que no nos quisiéramos sino, era que debíamos enamorarnos una vez más, como cuando te di aquellas herberas en la universidad o cuando tú llegabas a casa con un pequeño detalle.  Nos faltó, nos faltó enamorarnos día a día, nos falto volver a mirarnos, a querernos, a no permitir olvidarnos. Dejamos los besos de lado, las miradas y las caricias nocturnas, dejamos de lado los roces de la piel, los besos en el cuello y aquellas sonrisas que brotaban de un "Te amo", dejamos tanto que cuando nos dimo cuenta ya no podíamos sostenernos, ni tú a mi y ni yo a ti. Ahora puedo entender todo, el amor si nos había puesto una prueba, estoy seguro de que lo hizo con el afán de que descubriéramos si íbamos a estar juntos por muchos años o definitivamente claudicaríamos, y si, fue lo segundo. 

Después de todo, nos decidimos olvidarnos. 
Después de tanto, nos dejamos de lado. 

Hoy solo puedo decir que tú haz sido la mejor historia de amor en mi vida, que si el destino me diera una vez más la oportunidad de tenerte a mi lado lucharía, lucharía por ti, por enamorarte, por quererte, por amarte.