Abril de dosmil nueve.
Las cosas no marchan bien, he intentado hacer que las cosas cambien, he caminado durante horas pensando en que es lo que podría estar fallando, que es lo que he hecho y por qué es que merezco esto. He intentado una y otra vez encontrar la causa de todo lo que ha estado pasando pero no la encuentro, incluso he llegado a pensar que me estoy volviendo loco. Tengo miedo, si. Tengo miedo pues ellos me persiguen y acosan culpandome de algo que ni yo mismo se que es. Estoy encadenado, mis cadenas son de hierro inquebrantable, forjado de un odio sin sentido y lágrimas propias de culpa. He perdido el sentido de lo que es ser feliz, mi esencia se ha consumado lentamente dejando en mi sonrisa el cadáver de lo que alguna vez fue felicidad. Es duro, a ésta corta edad nadie debería estar sufriendo así. El dolor es fuerte y no se compara con ningún otro, quizás puedas entenderme si es que también pasaste por algo similar o incluso si lo estás pasando. Mis ojos estan rodeados por ojeras y marcas lilas, quisiera decirte por qué pero no puedo. ¿Te confieso algo?, he pensado en soltarme, si, en dejar de ser yo mismo, en dejar de sentir dolor, en desaparecer. Eso es una sensación amarga y cruel, pero ¿Por qué no hacerlo?, si estoy mal y el mundo lo sabe. Han pasado tantos meses desde que todo esto comenzó.
Estoy cayendo, es un abismo frio y profundo dónde reina la oscuridad, mis cadenas estan puestas, estoy debil. Cierro los ojos e imagino como es que he llegado a éste punto. Como fue que deje mi luz, mi magia y mi alegría, todo por un puñado de chavales a los que les incomoda la luz de los demás. Mi corazón late cada vez más lento, la llama de la esperanza está a punto de esfurmarse. El reloj avanza minuto a minuto, recordandome que el tiempo no espera a nadie, aún cuando estas herido. Tirado en el fondo de ese abismo trago mi saliba, sin sabor y viscosa, deshidratada de la verdad. Cierro los ojos con más fuerza, abrazo mis piernas, entonces pienso; soy un cobarde, soy miedoso, soy un patan conmigo mismo, soy un débil. Lo repetí tantas veces que mi mundo comenzó a temblar, se movieron tantas cosas en mi interior que removieron escombros de ilusiones caídas y de amores perdidos para dar paso a una pequeña luz, en ese instante pude darme cuenta que aún había esperanza. Tomé mis piernas, las abracé aún con más fuerza recordando viejas ilusiones diciéndome a mi mismo lo que siempre estuve seguro; soy luz, soy magia, soy amor, soy paz y esperanza. SOY ÚNICO, SOY DIFERENTE. Justo despues de repetirlo diez veces volvió a temblar, surgió la luz, grandes brotes de desdellos salieron de los escombros, hermosos brillos iluminaron el abismo, sentí como mi magia comenzaba a volver, desde la punta de mis dedos hasta el final de mis cabellos. ¡Destrui las cadenas eslabón por eslabón!, ¡Me libere!, comence a subir de forma lenta pero muy seguro de lo que tenía que hacer. ¡Tenia que demostrar quien era y de que estaba hecho!, resurgi del abismo como un Fénix, lleno de luz y de fuego, desatando en todos aquellos que se habian encargado de enterrarme, terror, miedo e incertidumbre por lo que había pasado, sin embargo yo no era igual, decidí perdonarlos por mi y por ellos, pues eran ellos los que tenian un problema que debían atender. Perdone desde ese momento a mi pasado y le di una oportunidad a mi presente, de demostrar que se puede y que los seres de luz vinimos a vislumbrar a la maldad. A encadenar los malos vicios, a pisotear la soberbia y a encadenar a aquellos seres malignos que hieren a otros.
Ser el "diferente" en un mundo tan monótono causa terror a todos aquellos que como borregos van de lado a lado. Causa miedo el ver que vas con una sonrisa surgida por el simple hecho de vivir, como vas haciendo el bien, dando amor y esperaza. Intimida a todos aquellos que se sienten Dioses y Diosas, pues no hay seres más hermosos que aquellos que hacen el bien de forma desinteresada, el bien al amigo y también al enemigo.
Recuerda; si caes en un abismo, se fuerte, recuerda quien eres realmente y que tienes un propósito y tienes una misión en este terreno llamado vida. Por ello, se fuerte, se hábil, se luz, se esperanza.
 
Se siempre tú, te amo y me encanta todo lo que escribes! 😉
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